La noche del 16 de septiembre de 1976, un operativo conjunto de la policía bonaerense comandada por Ramón Camps y el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército realizó uno de los operativos más numeroso al secuestrar de sus casas a estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nº 3 de la Plata, que tenían entre 14 y 17 años. La mayoría integraba la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), una agrupación que en la década del 70 estaba ligada a la organización Montoneros, y permanecen desaparecidos. Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro fueron las víctimas de esa primera jornada de acción criminal.
Un día después de esa trágica noche, el 17 de septiembre, un grupo de represores encapuchados se llevaron de sus casas a Emilce Moler y a Patricia Miranda, que estudiaban en el Colegio de Bellas Artes de La Plata. Pablo Díaz, que estudiaba en el Normal 3 de La Plata y formaba parte de la Juventud Guevarista, fue secuestrado el 21 de septiembre. Entre ellos estaban: Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Pablo Díaz, Patricia Miranda, Gustavo Calotti y Emilce Moler. Esta sucesión de hechos es conocida como "Noche de los Lápices".
Durante su secuestro, los jóvenes fueron sometidos a torturas y vejámenes en distintos centros clandestinos, entre ellos el Pozo de Arana, el Pozo de Banfield, la Brigada de Investigaciones de Quilmes y la Brigada de Avellaneda. Seis de ellos continúan desaparecidos (Francisco, María Claudia, Claudio, Horacio Daniel y María Clara) y sólo cuatro pudieron sobrevivir: Pablo Díaz, Gustavo Calotti, Emilce Moler y Patricia Miranda.
La mayoría de los jóvenes tenían militancia política. Muchos habían participado, durante la primavera de 1975, en las movilizaciones que reclamaban el BES (Boleto Estudiantil Secundario), un beneficio conseguido durante aquel gobierno democrático y que el gobierno militar de la provincia fue quitando de a poco –subiendo paulatinamente el precio del boleto- a partir del golpe del 24 de marzo de 1976. Por otro lado, buena parte de los estudiantes integraba la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) y la Juventud Guevarista, entre otras organizaciones.
La fecha de La noche de los Lápices permite condenar al terrorismo de Estado y es una invitación a recordar la vida de aquellos jóvenes que lucharon y participaron para construir un futuro mejor.
En recuerdo de los estudiantes víctimas del terrorismo de Estado de la última dictadura militar, el 16 de septiembre se instituyó en el calendario escolar como el "Día de los Derechos de los Estudiantes Secundarios" mediante la Ley 10.671 -con modificaciones introducidas por la ley 12.030- en el año 1998. El objetivo principal de dicha declaración es promover que en este día se reflexione en relación al tema "Democracia y DDHH" y se promuevan actividades recordatorias en todos los establecimientos del sistema educativo.
Fuentes: Educación y Memoria / Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (ex ESMA) / Buenos Aires Provincia
Voces desde la Facultad de Educación
Fernanda Apaza Sembinelli es Profesora de Sordos y Terapeuta del Lenguaje y Especialista en Docencia Universitaria. Se desempeña como docente en la Facultad de Educación de las asignaturas: Política y Legislación de la Educación, Sistema de Institución Educativa, Teoría de la Educación y Pedagogía. Fernanda reflexiona acerca de la memoria de las comunidades y de la necesidad de no olvidar tan fácilmente hechos tan relevantes, como los ocurridos en la Noche de los Lápices.
Podés acceder a la entrevista en el siguiente enlace.