La actividad se realizó en el marco de la finalización del cursado y evaluación de la asignatura Corporalidad Comunicativa. La iniciativa tuvo por objetivo aportar al futuro egresado herramientas para descubrir, implementar y evaluar estrategias pedagógico-didácticas con calidad estética, que permitan promover aprendizajes significativos en los contextos en que se desempeñe.
Asimismo, buscó generar procesos de cooperación que promuevan la interacción permanente comunidad-integración en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
“La unidad curricular pretende introducir a los futuros intérpretes en el conocimiento y especificidad por medio de la exploración, selección y organización de sus propias producciones corporales-estéticas y la apreciación crítica de las mismas”, explicó la profesora Adriana Gigena, quien junto a Víctor Agüero, estuvieron a cargo de la actividad.
Gigena también agregó que el arte en la educación como expresión personal y como cultura es un instrumento importante para la identificación cultural y el desarrollo. El teatro y la expresión corporal y gestual, privilegian el desarrollo de capacidades vinculadas a la interpretación entendida como procesos de comprensión, producción, análisis y crítica.
Desde la asignatura, consideran que el modelo pedagógico de este espacio se instaura desde la práctica experimental a la reflexión sobre lo realizado, y de allí a la conceptualización. De esta manera, el aprendizaje construido se trasforma en una herramienta para actualizar en nuevas situaciones y en diferentes contextos.