“Universidad y Memoria: Pensar la formación en derechos humanos a 43 años de la última dictadura” fue el nombre de la instancia de diálogo que se realizó en el Auditorio Luis Triviño de la UNCUYO. Participaron docentes, estudiantes, autoridades de las facultades de Ciencias Políticas y Sociales, Arte y Diseño y Educación y representantes de diversos organismos de derechos humanos de Mendoza.
La Universidad Nacional de Cuyo cuenta con una política de derechos humanos ligada a la Memoria, Verdad y Justicia, que es sostenida desde hace ya 10 años por el proyecto la “La Universidad en la recuperación, difusión y formación de los procesos de identidad y memoria colectiva” y cuenta con el apoyo sostenido de las Facultades Artes y Diseño, Educación y Políticas y Sociales. Además, se incorporó la temática en los contenidos del ingreso a las carreras de esas Unidades Académicas.
El principal propósito se orienta a que los estudiantes inicien un proceso de formación en una perspectiva de derecho, a través del encuentro directo y el diálogo con referentes de organizaciones sociales, que han mantenido una defensa y una lucha constante para la visibilización, recuperación y ampliación de dichos derechos.
Para hablar de la formación en derechos humanos, se contó con la presencia de Ana María Careaga, psicóloga, psicoanalista, sobreviviente del terrorismo de Estado y testigo en varios juicios por delitos de lesa humanidad; y con Mariana Dopazo: psicóloga, psicoanalista, investigadora, docente universitaria e integrante del colectivo Hijxs y Ex Hijxs de genocidas.
La apertura de la mesa académica estuvo a cargo de Claudia García, decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quien celebró la realización de este tipo de actividades que permiten la reflexión y el debate en el marco de la semana por la Memoria, Verdad y Justicia. “Nuestro deber como Universidad y gestores de todos y todas los estudiantes justifica el esfuerzo de la articulación y que nos hayamos podido poner de acuerdo tres Facultades, trabajando desde el ingreso y en actividades junto a organismos. Creo que este es el modelo por el cual tenemos que transitar con grandeza”, manifestó.
Por su parte, el decano de la Facultad de Artes y Diseño, Arturo Tascheret, coincidió en destacar la organización en conjunto. “Algo que pretendemos desde la facultad de Artes y Diseño es que estos temas pasen a ser parte cotidiana de nuestro trabajo académico.”
Ana Sisti, decana de la Facultad de Educación, rememoró su historia académica. “Para mí tener esta oportunidad no es menor. Yo fui estudiante de la facultad de Educación, en ese momento Escuela Superior de Formación Docente, y de esto no se hablaba. Hoy tener la posibilidad de poder continuar un trabajo que se viene haciendo desde el 2014 es un desafío y una oportunidad”, recalcó. La FED incorporó al ingreso un taller sobre derechos humanos, además de ya tener distintos espacios optativos e intervenciones artísticas. “Tenemos el desafío de generar materiales didácticos para trabajar en las escuelas, ya que como futuros profesionales el tema nos interpela y nos desafía todo el tiempo a repensar nuestras tareas”, cerró.
La instancia de diálogo
Mariana Dopazo comenzó agradeciendo el espacio de articulación. Recalcó la importancia y la responsabilidad de poder trasmitir su experiencia como docente y psicoanalista. “Como psicoanalista nuestra función tiene que dar cuenta de nuestros propios recorridos y hacerlos transmisibles, y como docentes tiene que ver con la responsabilidad de poder transmitir ese rasgo que es particular, para que puede empezar a circular y cada uno lo apropie. Esto implica el salto de lo individual a lo colectivo, y la Universidad es el mejor lugar para hacerlo”.
“Ya lo decía Freud, hay tres profesiones imposibles: el psicoanálisis, gobernar y educar. Entonces para nosotros es el desafío más lindo, porque nosotros enmarcamos a lo imposible dentro de otras coordenadas. Ese desafío de lo posible se enmarca en cada una de nuestras historias”, añadió.
El espacio continuó con la reflexión de Ana María Careaga, quien potenció la promoción del espíritu y el pensamiento crítico al interpelar las ideas que nos vienen dadas como una responsabilidad para poder construir la realidad. Asimismo, habló de la importancia de los derechos humanos como transversales para lo cual tenemos que formarnos todos.
“Poder en las universidades construir una posibilidad, un andamiaje e iniciativas que nos interpelen en relación con los derechos humanos vinculados a la defensa de la vida, me parece que es fundamental”, cerró.