En primer lugar sorprende y preocupa que una decisión indeclinable y tan definitiva no se haya conversado con antelación para intentar consensuar, construir o reparar lo necesario para asegurar la institucionalidad de la Facultad que -descartamos- a todas y todos nos ocupa y preocupa.
El devenir democrático establece sus propias configuraciones en función de escenarios y de personas reales. Consideramos que retirarse del mismo no es la actuación que la comunidad educativa universitaria espera. Además, dejar vacío el espacio privilegiado del cogobierno, en su sentido más pleno, responsabilizando a los procedimientos, da cuenta de la imposibilidad para construir colectivamente. Entendemos que, en los procesos democráticos, una silla vacía no ayuda ni aporta y defrauda expectativas. Las renuncias también representan una herida a la institución.
Más allá de que el Consejo Directivo pueda funcionar en lo formal a pesar de no estar completo con todos los representantes correspondientes, no deja de sorprendernos una decisión definitiva y terminante que sostenemos lesiona el funcionamiento democrático que debiera tener una Facultad de una Universidad Pública. La vida democrática exige una pluralidad de visiones e ideas que permiten enriquecer los proyectos y las maneras de proceder.
Frente a algunas afirmaciones, resulta importante aclarar que, estatutariamente, se encuentran establecidas las atribuciones de cada órgano de gobierno, y esto, que parece estar teñido de sombras, no es otra cosa que asumir la representación y gestión de la Facultad.
Resultan difíciles de aceptar afirmaciones de “falta de participación real y efectiva, ausencia de diálogo o escucha activa y respetuosa”, cuando ha sido público -incluso en medios masivos de comunicación- que han habido decisiones y temas centrales para nuestra comunidad que se debatieron, discutieron y requirieron sesiones, meses de tratamiento, reuniones en las aulas de la Facultad de Educación, en su Consejo Directivo y en el Consejo Superior de la UNCuyo.
Nuestros actos de gestión se caracterizan por la apertura, la escucha, reflexión, autocrítica y la democratización en diferentes temas, aún en aquellos cuyas decisiones podrían ser de la propia gestión en base al programa de gobierno presentado.
Sostenemos la transparencia como uno de los ejes principales de nuestra gestión y redoblamos la apuesta con la invitación -una vez más- a docentes, estudiantes, personal de apoyo académico y egresados a participar de las sesiones del Consejo Directivo presentes en la web y Youtube de la Facultad y en todas las actividades de la vida institucional de la Facultad de Educación, hoy de manera no presencial.
Respecto a la preocupación por la pluralidad y diversidad en el seno del Consejo Directivo, sostenemos que respetamos el Estatuto Universitario y los procedimientos que propone ante situaciones como la actual.
El Consejo Directivo es el espacio de tensión, discusión, análisis y respuesta institucional a las variadas e intensas situaciones que atravesamos como Facultad. Es por ello que invitamos a nuestra comunidad a participar activamente en las sesiones.
Decana, Vicedecana y equipo de gestión.