En el año 2004, Argentina aprobó la ley 25.929 que establece el derecho al parto humanizado o parto respetado, y en 2015 se reglamentó mediante el decreto 2035. Esta ley es aplicable tanto en el ámbito público como en el privado, y busca garantizar el trato digno y respetuoso hacia las personas gestantes, sus hijos y parejas durante el embarazo, el parto y el puerperio.
El parto respetado implica una serie de derechos fundamentales para las personas gestantes. En primer lugar, se reconoce el derecho a recibir información clara y precisa sobre las distintas intervenciones médicas, la evolución del parto y el estado de su hijx, permitiéndoles participar activamente en la toma de decisiones relacionadas con su proceso de parto.
Además, se garantiza el trato respetuoso e íntimo, teniendo en cuenta las pautas culturales de cada persona gestante. Se respeta el tiempo biológico y psicológico del parto, evitando prácticas invasivas y la administración de medicación innecesaria.
La ley también reconoce el derecho de la persona gestante a elegir quién la acompañe durante el trabajo de parto, el parto mismo y el postparto, brindando un entorno de apoyo emocional y afectivo.
Asimismo, se destaca la importancia de que la persona gestante pueda tener a su lado a su hijx durante su estancia en el establecimiento sanitario, siempre y cuando el recién nacido no requiera cuidados especiales.
Por último, se subraya el derecho a recibir asesoramiento e información sobre los cuidados de sí misma y del niñx, y se fomenta la importancia de la lactancia materna y sus beneficios.
Es un texto elaborado por el Instituto Universitario de Educación, Sexualidad y Derechos, de la Facultad de Educación.