El médico cofundador del CONICET, Bernardo Houssay, fue el primer científico argentino que recibió el premio nobel de medicina en 1944. Hoy, en el día de su natalicio, la Facultad de Educación quiere rescatar y resaltar la tarea de los docentes que investigan con gran esfuerzo y vocación y que contribuyen con sus hallazgos al bien común.
Invitamos a afianzar la relación de la educación con la investigación en la Universidad y a reflexionar sobre el sistema educativo desde distintas disciplinas y perspectivas. Consideramos que fortalecer la figura del docente-investigador con su aporte fundamental de investigaciones teóricas y empíricas puede impactar fuertemente en la mejora de la calidad educativa con la consabida repercusión sobre el crecimiento de la Nación.
Bernardo Houssay dejó grandes reflexiones sobre el tema y queremos recordar hoy una de mucha actualidad por los momentos que está viviendo el mundo: “No deseo estatuas, placas, premios, calles o institutos cuando muera. Mi voluntad es que no se haga nada de eso. Mis esperanzas son otras. Deseo que mi País contribuya al adelanto científico y cultural del mundo actual, que tenga artistas, pensadores y científicos que enriquezcan nuestra cultura y cuya obra sea beneficiosa para nuestro país, nuestros compatriotas y la especie humana”.