Las técnicas de cuidados cotidianos son momentos privilegiados de intercambio. Así lo entienden desde la cátedra de segundo año del Profesorado Universitario de Educación Inicial "Didáctica de la Educación Inicial I", donde se aborda la primera etapa de institucionalización temprana en el Jardín Maternal y la resignificación de las actividades de crianza.
A partir del trabajo con muñecos las estudiantes adquieren técnicas de abordaje como levantar y sostener al bebé, transportarlo, preparar el espacio de cuidados corporales para el cambiado de pañales, el vestir y desvestir, el baño, los momentos de descanso, de alimentación: la comida como un alimento afectivo y psíquico desde la organización de lactarios, alimentarse con mamadera y/o papillas; y el juego como actividad central de atención a las necesidades básicas de un niño.
Además, en el espacio curricular se trabaja el rol del adulto a cargo, la importancia de brindar seguridad, bienestar y anticipación, es decir, "poner en palabras lo que estamos haciendo, considerando que el bebe poco a poco irá colaborando desarrollando sus capacidades e ir logrando su autonomía basado en la confianza en sí mismo", especificaron las docentes a cargo, Fanny Llobel y Vanina Calabretto.
Quienes trabajan con niños pequeños advierten en la palabra “cuidado” una desvalorización hacia la enseñanza y sobre todo hacia la tarea pedagógica. Aceptar el término “cuidado” en el sentido educativo, implica la convicción de que cada acción de cuidado intencional hacia el niño, es una acción pedagógica que resignifica rasgos de la crianza familiar.
Winnicot propone el término inglés "Holding", cuya traducción es: “sostener”, “sujetar”, “tener capacidad para estar con niños en las distintas instituciones”. "Los cuidados que demandan las infancias supone que los adultos nos asumamos responsables y partícipes en el desarrollo de ese niño que está a nuestro cargo en los Jardines Maternales", afirmaron las responsables.