Ante la resolución 345/20 de la Universidad de Buenos Aires (UBA) , en la que establece que el calendario académico del año en curso de esa entidad educativa “se reiniciará el 1º de junio de 2020 y finalizará el 12 de marzo de 2021, con un receso entre el 19 de diciembre de 2020 y el 17 de enero de 2021”, la Universidad Nacional de Cuyo comunica:
Que según la Resolución 231/20 del Rectorado de la UNCUYO, ad referendum del Consejo Superior, esta Casa de Estudios decidió suspender la modalidad “presencial” de cursado y avanzar en el cursado virtual de sus clases, tanto en las distintas Unidades Académicas como en sus escuelas.
Que la medida, que en principio tenía vigencia hasta el pasado 31 de marzo, y que se basaba en las directrices del Gobierno nacional en el marco de la pandemia de COVID 19, fue ampliada y extendida con la resolución 325 hasta el 12 de abril próximo, quedando abierta la posibilidad, siempre dependiendo de las decisiones gubernamentales, que esa modalidad continúe por más tiempo.
Esas medidas además, están refrendadas por la resolución 12/20 de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, que en su artículo 1° recomienda “ la readecuación del calendario académico 2020, teniendo en cuenta la especificidad de la enseñanza universitaria, garantizando las cursadas en las modalidades periódicas que normalmente se desarrollan en un año académico”.
Que en ese sentido, la UNCUYO ha seguido y sigue adelante con el cursado en todas sus facultades y colegios, cumpiendo con los calendarios previstos y adaptándose -tecnología mediante- al sistema virtual.
De hecho, esta semana comenzaron las clases -totalmente virtuales- en varias Unidades Académicas. Y en estos días, jóvenes ingresantes a Primer Año de todas las carreras participan de una Bienvenida Virtual, inédita en nuestra historia.
Adicionalmente cada facultad sigue adecuando, según las singularidades de cada carrera e incluso de diversas materias, su modalidad de cursado para garantizar el proceso educativo que no se ha detenido, a pesar de la contingencia que implica esta situación de pandemia.
Y es importante dejar en claro que en el marco de las readecuaciones de las actividades académicas, específicamente las prácticas (profesionales y de laboratorio) han quedado suspendidas hasta que se retorne a la actividad presencial por razones lógicas.
Es dable aclarar que las diferencias entre las decisiones de cada Universidad no complican la armonía convivencial entre ellas. Por el contrario, constituyen una fiel representación del principio reformista y constitucional de la Autonomía Universitaria (que se replica en las facultades), claro ejemplo de la Democracia de la Educación Superior de nuestro país.