El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo para recordar la relevancia de este recurso natural. A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, millones de personas viven sin acceso a agua potable. Esta celebración tiene por objetivo concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla de manera que alcancemos el Objetivo de Desarrollo Sostenible n° 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030.
Mendoza se enfrenta a la crisis hídrica desde hace más de 10 años. El Departamento General de Irrigación presenta cada año el pronóstico de caudales y el panorama es preocupante: el caudal de los ríos de la provincia para el ciclo 2022-2023 está entre el 40% y el 58% respecto de un año normal. En este sentido, de acuerdo a la clasificación hidrológica del Organismo, los ríos Grande, Atuel y Diamante presentan sequía extrema, mientras que el Mendoza, Tunuyán y Malargüe se encuentran en sequía severa. Ante este escenario que perdura, se torna urgente multiplicar los cuidados en el uso del agua y, sobre todo, la inversión en tecnologías de eficiencia hídrica para los sectores que más lo requieren (humano-agrícola).