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Fernanda Ozollo: “El docente más que un mediador es un provocador y debe provocar experiencias de aprendizaje”

Lo afirmó en su conferencia "La Pandemia como aprendizaje: convergencias, divergencias y emergentes", la última del ciclo de capacitaciones gratuitas sobre la pandemia que ofreció la Facultad de Educación de la UNCuyo a la comunidad de Mendoza. La conferencia completa está disponible para verla en esta nota.

"La Pandemia como aprendizaje: convergencias, divergencias y emergentes".

En la conclusión del ciclo "Conferencias en Pandemia", con el que la Facultad de Educación buscó ofrecer los saberes de sus especialistas a la comunidad, Fernanda Ozollo llevó adelante un encuentro que se propuso analizar qué sucedió con la educación, docentes y estudiantes durante la pandemia de este año y cuáles son las preguntas que es necesario hacer para el año que viene.

 

Ozollo es doctora en Gestión y Planificación para la Calidad Educativa y especialista en Tecnología de la Información y Comunicación; es profesora de la Facultad de Eduación de la UNCuyo y dirige una la Maestría en Enseñanza en Escenarios Digitales de esa misma Unidad Académica.

 

En el inicio de la conferencia la decana Ana Sisti agradeció a todos los docentes que participaron del ciclo, al que calificó de enriquecedor. Sostuvo que para la Facultad esta serie de conferencias han sido un desafío interesante y señaló que cerrarlo con Fernanda Ozollo es “un lujo”.

 

La licenciada en Ciencias de la Educación afirmó, en el comienzo de su charla, que durante la pandemia de Coronavirus se rompió nuestra identidad. “Tal vez no nos dimos cuenta pero la ruptura más grande que vivimos fue la ruptura de la identidad. El desarmar el tiempo y el espacio donde uno vive implica, antropológicamente, desarmarse a uno mismo”, aseguró. Al mismo tiempo Ozollo sostuvo que para poder proyectar un futuro y analizar cómo encarar el 2021 es necesario “meterse para adentro y ver qué nos pasó”; porque de otro modo no es posible “proyectar una formación docente acorde a lo que hemos vivido y a lo que nos resta por vivir”.

 

A continuación explicó que en el contexto en el que se dio esta pandemia, que refleja de alguna manera lo que veníamos viviendo, se modificaron el tiempo y el espacio. “Tuvimos una disrupción de tiempo y espacio, de acciones; que se rompen”, reflexionó. Analizó tres tipos de rupturas posibles: la que viene de afuera y que no se puede frenar, la pandemia; la impuesta desde afuera como una moda que nos impregna y cambia con el tiempo; y una tercera modalidad que calificó como la más interesante definida por “qué queremos romper nosotros, de nuestra vida, de nuestra práctica educativa”.

 

La experta repasó conceptos como ecosistemas, entornos digitales, lo sólido, lo líquido y su interacción en lo que será una realidad innegablemente dual.

 

En dos oportunidades recordó a María Victoria Gómez de Erice, ex rectora de la UNCuyo, quien fue también directora de la Escuela Superior de Formación Docente y una de las principales artífices de su transformación en Facultad de Educación. La citó en una frase repetida, cuando insistía en que “el docente más que un mediador y un mediatizador es un provocador. Y debe provocar experiencias de aprendizaje”.

 

Y más adelante, mencionó la necesidad de hacer una reflexión colectiva, de construir una proyección en conjunto y trajo a la memoria una vez más a la única Rectora de la UNCuyo cuando sostenía “la solidaridad antes que la competencia”.

 

Ozollo invitó a la comunidad de la Facultad de Educación especialmente a pensar y reflexionar de manera colectiva sobre cuáles son las preguntas que es necesario hacerse pensando en el 2021 y cómo proyectar la educación que vendrá. Además señaló que en su opinión nunca antes se vivió la desigualdad como en este año de pandemia. “Hay que buscar al que no está. No podemos seguir adelante como si nada. Tenemos que salir a buscarlo”, aseguró al tiempo que decía que tanto el Estado como las instituciones y los docentes tienen su cuota de responsabilidad en la búsqueda de la igualdad y los derechos de los estudiantes.

 

“Creo que hay que reinventarse, que hay que animarse a poner patas arriba la educación”, sostuvo Ozollo, como en muchas de sus conferencias y presentaciones públicas de sus ideas.

 

Hacia el final la experta puntualizó en que las facultades de educación, de ciencias sociales, de artes, de filosofía y todas, debieran tener como misión plantearse cambiar el mundo, para ser mucho mejor, más justo, más solidario y menos del mercado.

 

Las palabras finales llegaron de la mano de la vicedecana Ximena Erice, que reafirmó la necesidad de evaluar cómo seguir en el futuro y analizó este año atípico. “Respondimos a nuestros estudiantes y mucha gente repensó sus espacios curriculares”, aseguró. Sobre el futuro señaló que ve un panorama alentador porque confía en la comunidad de la Facultad de Educación.

 

 

 

 

 

 

 

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