La Universidad Nacional de Cuyo resolvió que su Hospital llevará el nombre de María Victoria Gómez de Erice. Fue con una votación coincidente, entre todos los integrantes del Consejo Superior, que generó adhesiones y aplausos sostenidos durante una reunión plenaria que aprobó el pedido de la Facultad de Educación.
Gómez de Erice fue la primera rectora mujer que tuvo la UNCuyo, fue también directora de la Escuela Superior de Formación Docente, una institución que durante su gestión se transformó en la Facultad de Educación. Más adelante, mientras fue Rectora entre 2002 y 2008, impulsó la compra del ex Hospital Ferroviario para convertirlo en un Hospital Escuela. Lo concibió como un espacio asistencial para la comunidad de Mendoza, en el que estudiantes y docentes de diferentes carreras de la Universidad pudiesen, además, desarrollar sus proyectos académicos y de investigación.
Durante la sesión del Máximo Órgano de Gobierno Universitario, que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria (en San Rafael), la propuesta generó adhesión completa. Luego de su aprobación, la decana Ana Sisti, fundamentó el pedido que hizo la comunidad de la Facultad de Educación. “Agradecemos esta posibilidad de aprobar este pedido que consideramos que era una deuda que teníamos con María Victoria, que para nosotros sigue siendo el horizonte y la guía que hemos tenido siempre y seguimos teniendo como Facultad.
María Victoria ha sido pionera en muchas cosas: fuimos Facultad gracias a ella, y para nosotros el Hospital es muy emblemático, porque ella vio que la Facultad de Educación, con sus carreras de educación especial en el ámbito de salud, tenían injerencia y tenía razón de ser nuestra participación y nuestra pertenencia en el Hospital. Desde ese lugar entendemos que todo lo que tiene que ver con el ámbito de rehabilitación también es un área en la que tenemos injerencia, en la que el desempeño de nuestras y nuestros egresados en la temática es sumamente enriquecedora”.
A continuación, la vicedecana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Florencia Tarabelli, sostuvo que se trataba de un merecido homenaje que se hace en vida, como deben ser los homenajes. Agregó que “es un recordatorio de la educación de la que hemos estado hablando. Dijimos que la educación tiene que ser pública, gratuita, laica, igualitaria, inclusiva, distribuida en el territorio, equitativa. Le hemos puesto muchísimos adjetivos que son hermosos discursivamente pero que hay que realizar en la práctica, porque en la práctica se demuestran las cosas. Entonces creo que el hecho de que un hospital escuela lleve el nombre de una profesora de francés, doctora en semiótica, es la muestra de que la Universidad tiene que ser una universidad grande, amplia, extensa y comprometida con la sociedad. Un enorme agradecimiento a todos los consejeros y consejeras que están apostando por eso y a la Facultad de Educación por lo propuesto”.
A los testimonios a favor de la figura de María Victoria Gómez de Erice se sumó el consejero, y decano mandato cumplido de la Facultad de Filosofía y Letras, Adolfo Cueto, que señaló: “Estuvimos en la etapa inicial donde se discutió la compra de este Hospital. Tuve el gusto de estar en ese Consejo Superior, porque era decano y participé del voto unánime de la compra. Creo que el caso de María Victoria fue emblemático, porque más allá de las diferencias políticas e ideológicas o partidarias, es una persona que hemos reconocido todos. Más allá de las diferencias que tuvimos creo que es de esas personas que tienen la capacidad de superar las diferencias y las grietas. Logran esto: que nadie diga absolutamente nada en su contra, sino que por el contrario, entendamos que es el justo mérito de todo el esfuerzo que hizo. No tuvo ninguna otra capacidad más que de cumplir sus sueños, que era tener un Hospital y básicamente le dio una calidad y un valor a la Universidad que hasta ese momento no tenía”.